miércoles, 12 de diciembre de 2012

¿Quién aprende?

Uno, cuando sabe algo, lo puede contar. Uno, cuando disfruta algo con pasión, lo puede enseñar.

Bueno, la cosa es así. Este año decidí enseñar lo aprendido en la cocina. La primera conclusión que puedo sacar es que al enseñar se aprende mucho. Fueron exactamente 13 clases de descubrimientos, risas, preguntas, deleites, combinaciones y etcéteras. (Ojo, que nos falta la n 14, la última de año, el broche de oro). Sin haber enseñado nunca nada en mi vida, me lancé a compartir con las chicas algo que disfruto mucho y que me encanta transmitir a otros. El complemento perfecto para esto, y lo que dio sentido las clases, fue la gran predisposición de mis alumnas, que se aventuraron a aprender con alguien sin experiencia en la enseñanza. Y no solo eso, al final de cada clase, cada una fue aportando ideas sobre lo que le divertía cocinar la próxima. 

Milanesas, ensaladas con batata, varias versiones de pollo, tartas, variedad de patisserie, preparaciones con arroz, tortas para todos los gustos, panes, pizzas, tortillas, ñoquis, salsas, mousses, ceviche, sushi, gazpacho, chutney... recorrimos una larga lista, ampliando el repertorio y listas para lo que venga. 

¡Es muy gratificante ver como alguien se acerca a la cocina, la descubre, la traslada a su vida cotidiana y hasta la desafía! Y por esto les agradezco a mis super alumnas: Caro, Dolly, Vicky y Reni. ¡Gracias! Me divierto mucho con ustedes y me encanta ver que van enganchándose con las recetas y volviendo consciente lo que genera la comida en las personas. Nada más grande para mí que la sensación de aportarles algo en su relación con la cocina.

¡Nos vemos el miércoles que viene en la clase Nº 14!

Amasar la masa, estirarla, pre-hornearla, agregarle los gustos, y hornearla. Todo en la cocina es proceso.





martes, 27 de noviembre de 2012

La obra se llama: "Juntada con amigos"


1er acto: Recién llegados pero prácticamente desesperados por concretar ese momento: cervecita + picada + AMIGOS. La charla, al igual que la ingesta, arranca a ritmo moderado. Hay mucho para probar, pero hay tiempo. No nos vemos hace unos días, nos miramos y nos acostumbramos a tenernos cerca por un rato considerable. Probamos un poco de todo lo que ofrece la picada, untamos papas fritas en dips, comemos algún crocante, tomamos algo, y seguimos probando. Todos tenemos algo que contar, aunque sea que todo sigue igual, que están contentos de estar acá, que corrió para llegar hoy, ALGO. Escuchamos a todos.





2do acto: Llega la comida. Hasta que el primer valiente se anima a dar el primer bocado, todos analizamos la propuesta y nos preparamos para empezar a comer. La profundidad de la charla aumenta. Algunos repetimos, nos servimos un poco más de ese sabor que más nos gustó. Alguno cuenta por centésima vez esa anécdota que ya todos conocemos, pero que nos encanta volver a escuchar. Nos reímos todos.




3er acto: Queda poco y nada sobre la mesa, la comida fue un éxito. Si bien hay una sensación generalizada de saciedad, todos esperamos la sorpresa del postre en breve. Si bien todos estamos al tanto de nuestras vidas, estamos actualizados de las cosas de cada uno, sabemos que la próxima juntada va a ser como la primera vez. Si bien sabemos que en unos días nos volvemos a ver, ya nos extrañamos un poco, y empezamos a pensar dónde nos juntaremos la próxima. 




domingo, 18 de noviembre de 2012

MASTICAR

Organizada por A.C.E.L.G.A. (Asocación de Cocineros y Empresarios Ligados a la Gastronomía Argentina), en conjunto con el Gobierno de la Ciudad, este fin de semana transcurrió la Feria Masticar en "El Dorrego". La idea era acercar al consumidor final a los productos gastronómicos argentinos, al conocimiento de nuestros grandes chefs y a platos elaborados a precio accesible para todos.

Creo que sin dudas el objetivo fue cumplido. Al margen de que asistió mucha gente pude ver que todos salían un poco de sí, valiéndose de la curiosidad para conocer un ingrediente / producto / combinación distinta.

En mi caso, aunque traté de encontrar algún o alguna compañera para este recorrido durante todo el fin de semana, terminé yendo sola. Por algo se dan las cosas: sola pude absorber y disfrutar al máximo de todos los estímulos de la feria. Si bien éramos una multitud, había una especie de felicidad de fondo, esa sonrisa que nos saca el olorcito a comida, el ruido de las ollas, la cara de los platos recién salidos del horno.

Les dejo una serie de fotos que ilustran, quizás más fielmente que mis palabras, lo que pasó este finde en Masticar.





lunes, 5 de noviembre de 2012

FOTO-autorretrato



Sin necesidad de comprar un bastidor, pinceles y pintura, uno puede hacer un autorretrato. 

Podríamos decir que estamos llenos de momentos, y que no uno sino todos, nos definen. Tenemos momentos nuestros en el trabajo, con nuestros amigos, con nuestra familia, con nuestras pasiones, solos y hasta sin duda, con la comida. Todos ellos muestran los distintos costados que nos dan forma. 

Y capturar uno de estos "momentos"  puede ser muy fácil con una cámara de fotos. Les paso uno de mis tantos foto-autorretratos. Este me refleja esperando una rica ensalada cerca de la ventana, entretenida con recetas francesas, planeando una comida muy especial, de la mano de la tecnología y valiéndome de unos panes con queso crema y ciboulette mientras llega mi plato. Me refleja inspirada, curiosa y tranquila.

Algunos que me acompañan desde martudeviaje se acordarán de esta próxima imagen. El genial Andy Warhol retrató a Elizabeth Taylor de una forma muy particular. En una búsqueda por hacer el más fiel de los retratos optó por repetir 10 veces su rostro. Justificado porque, por un lado, es y fue una de las mujeres más lindas y uno no de cansa de mirarla, y por otro, porque la sabía compleja y variada. El resultado muestra que, como mínimo, existen 10 miradas, 10 momentos, 10 Elizabeths Taylor. 

Desde este humilde lugar los invito a detenerse en esos distintos momentos. Sin dudas, el autoconocimento puede soprendernos mucho y proponernos nuevos momentos. Es lindo pensarnos un poco infinitos e impredecibles...

lunes, 29 de octubre de 2012

El arte de presentar

He heredado de mi madre, decoradora nata, una necesidad de que las cosas estén bien presentadas en la mesa. Porque no, no da lo mismo.


La vajilla es el marco de lo que cocinamos. Con un detalle muy simple podemos realzar nuestro trabajo en la cocina. Ojo, a veces menos es más. Un plato blanco, neto puede acompañar muy bien, dejando el protagonismo para su contenido.

Que la comida entra por los ojos ya está comprobado. Tomémosnos de esta certeza para armar nuestra mesa, una bandeja que va a pasar entre la gente, el postre, o hasta la panera que ponemos en el centro.

Una buena estrategia para dejar entrar este arte en nuestra cocina es planificar. No decidamos donde vamos a poner la comida recién cuando ya la tenemos caliente, recién salida del horno y lista para consumir. Dediquemos unos minutos antes de empezar a cocinar, a imaginar la mesa y cómo combinaremos las distintas fuentes, platos, etc. 
OPUESTOS: La comida de colores oscuros luce mejor sobre vajilla clara (y viceversa)


MIS PROHIBIDOS: Ya no pueden pisar mi mesa!
Lata de duraznos, frasco de aceitunas, paquete de papas fritas, pote de crema de leche, sachet de leche, paquete de galletitas (y los invito a ampliar la lista!).


 Y desde ya les comento, esto es un viaje de ida. Créanme, la próxima vez que vean un paquete de papas fritas en la mesa van a pasar por un momento de idas y vueltas, hasta que finalmente, las pondrán en un bowl.


Les dejo algunas imágenes para despertarles la imaginación.





lunes, 22 de octubre de 2012

DIPtongos...


Diptongo: es la combinación de dos vocales en una sola sílaba.   
(una de ellas debe ser la I o la U).

Cambiando "vocales" por "sabores", y "sílaba" por "bocado", podemos pasar a hablar de unas estrellas de las picadas que, en mi opinión, se han vuelto infaltables: los dips.

Muchas veces nuestro dip, humilde acompañante de tostada, vegetal, papa frita, nacho, termina siendo la estrella del bocado ¿Podemos decir que ese grisín es tan solo la excusa para que nuestra boca conozca ese nuevo sabor?
Fríos y hasta a veces tibios, dan color, humedad y novedad a nuestras picadas. Lo bueno es que los podemos hacer con lo que tengamos en casa y sorprender. Un polvo de especias, una buena mostaza, un aceite bien perfumado pueden dar personalidad a cualquier queso crema.

Les dejo un par de imágenes y opciones que quizás se vuelvan inspiradoras de futuras recetas...


Clave de la semana 
Recordemos que los detalles son los que dan identidad a una presentación, un plato, un mimo. No escatimemos en ellos!!




Queso crema con ciboulette











Berenjenas asadas con morrón amarillo, perejil, limón, oliva y ajo










Crema (cocida), estragón, almendras y aceite de maní 












Queso crema con verdeo










Mayonesa con mostaza de Dijon









Queso crema con curry y verdeo











Queso cheddar fundido y disuelto con un poco de leche










lunes, 15 de octubre de 2012

Amigos cocineros, cocineros amigos

epígrafe: 
El fin de semana pasado Lucas y María Noé nos invitaron a su casa de Vicente López para festejar el anuncio de su casamiento. Sin dudas, una digna "última cena de solteros".


Tengo el privilegio de tener amigos cocineros. Con Cari, Leo y Lucas compartimos la carrera de Profesional Gastronómico en el IAG hace ya un par de añitos. Y entre deshuesadas de pollo, amasadas de panes y creaciones de platos que hicieron historia, nos divertimos tanto que desde que terminamos nos solemos juntar, al menos 1 vez por año, a disfrutar de una buena comida. Les advierto que no estamos hablando de "comiditas" así nomás...

Cada vez que la cúpula se reúne, cada uno aporta algo ya sea para la entrada, el principal o el postre. Se imaginarán que la idea es lucirse, asique nos esmeramos mucho. ¿Los más beneficiados? Nuestros novios que, por nada del mundo, dejan de acompañarnos a estas comidas.



menú deluxe

Pan de queso y salame (Leo)

Sandwiches de carne braseada con salsa kartoffel, con cebollas caramelizadas al vino y pepinillos en vinagre para acompañar (Lucas)

Pastel de papa en cáscara (Leo)

Albondiguitas de cordero con salsa de yogurt y menta y pan árabe casero (Cari)

Mousse de chocolate con naranja, crema de naranjas y crocante de almendras (Martu)


Este viejo concepto de "comida a la canasta", en el que cada uno trae algo para compartir, nunca deja de sorprenderme. Lo usamos en navidad y año nuevo, algún cumpleaños compartido, comidas entre amigos... La combinación entre ser invitado y parte de la organización a la vez, nos predispone y acerca a la comida con los otros de una manera muy especial. Buscamos sorprender con nuestro aporte, y a la vez tenemos la expectativa de qué traerá el otro. Y lo mejor, es que es como si se multiplicara la comida! Con un mínimo esfuerzo, terminamos participando de un gran banquete.

Gracias Cari, Leo y Lucas, me recuerdan que la pasión por la cocina (y el buen comer) es algo que compartido se disfruta mucho más.

María Noé y Lucas, que disfruten de una larga, feliz y rica vida juntos!